Una vez concluida la obra del Hotel Santa Clara, Arias Serna Saravia vio las enormes posibilidades que presentaba una edificación contigua pero deteriorada para la apertura y operación de un nuevo hotel. La edificación fue entonces objeto de restauración, reconstrucción, obra nueva, diseño interior y dotación mobiliaria con el fin de equipararse en rango y servicio con el Hotel Santa Clara, su vecino.